Garfield: no todos los gatos son pardos

Por Eduardo Arredondo. Publicado originalmente en Comikaze #13 (junio de 2011).

 

Enigmático, amado por unos y odiado por otros. A nuestra especie siempre le ha intrigado ese animal de ojos intensos, que gusta tanto de guardar su distancia. Pero un hombre llamado James Robert Davis supo mirar a ese mismo gato de una manera más divertida, creando a uno de los personajes más queridos en todo el mundo.

Jim Davis se crió en una granja de Indiana, en la que convivía con veinticinco gatos (aunque curiosamente no posea uno solo actualmente). Al ser un niño asmático y tener que pasar largas temporadas en la cama, su madre le regaló un lápiz y un block de notas para que se entretuviera dibujando. Tiempo después descubrió que sus dibujos eran más divertidos si se acompañaban con un texto, surgiendo entonces su amor por las tiras cómicas.

Al terminar sus estudios universitarios, Davis trabajó en una agencia de publicidad, y para 1969 comenzó a trabajar como asistente de Tom Ryan, creador de la tira Tumbleweeds.

Posteriormente, Davis creó una tira llamada Gnorm Gnat (Mosquito Gnorm) que se publicó en un periódico local de Indiana por cinco años, pero sin que su autor lograra vender el personaje a algún sindicato de tiras cómicas. Ciertamente los directivos pensaban que el humor de Davis era bueno, pero el protagonista, al ser un bicho, simplemente no convencía. Después de todo, ¿Quién podría identificarse con un mosquito?

 

Mirando a su alrededor, Davis se dio cuenta de la abundancia de tiras dedicadas a perros como Snoopy, Marmaduke o Belvedere, así como de la ausencia total de gatos. Entonces tuvo la gran idea de combinar los rasgos y nombre de su abuelo con las personalidades de los gatos que él mismo había tenido de niño. Así nació Garfield.

La primera tira de Garfield, publicada el 19 de junio de 1978 en apenas 41 diarios, mostró a un regordete gato rayado, amante de la comida italiana, quien era adoptado por Jon Arbuckle (apellidado Bonachón por estos lares). Actualmente se publica en más de 2 mil 500 periódicos, en 110 países. Cada día, 263 millones de lectores disfrutan de esta estrella felina, quien por ello ostenta un Record Guinness.

En un principio, Garfield fue pensada como un burla a la relación existente entre mascotas y dueños, retratando a las primeras como amas absolutas del hogar (si tienes una, me darás la razón).

 

Pero el protagonista de la tira fue evolucionando no solamente en su apariencia física, sino en su forma de ser, mostrando fastidio e indiferencia, a la vez que exhibía anhelos simples como una buena porción de lasagna en su plato, una buena caja para dormir y un calendario desprovisto de lunes. Y es que cualquier lector puede sentir afinidad con Garfield (¿No preferirías pasar por alto el odioso lunes?).

Cabe mencionar que los personajes del universo de Garfield se encuentran tan bien diseñados que brillan por su calidad y no por su cantidad, pues tanto Jon (el dibujante de cómics que vive para cumplir los caprichos culinarios de su mascota) y el tierno y baboso perro Odie, son muestra de ello, ya que sus participaciones son tan importantes como las del atigrado minino.

 

Fuera de las viñetas

El éxito que conquistó el perezoso gato, junto con la visión de su creador, hizo que  en 1981 se creara Paws Inc., compañía encargada de  regular el merchandising de los personajes de la tira bajo el estricto ojo de Davis quien aprueba cada uno de los productos relacionados con Garfield (sí, como esos peluches con ventosas en las patas que adornaban casi todos los autos en los 80).

En 1982, Garfield llegó por primera vez a la televisión, gracias a un especial de media hora, una genial conversión que mostraba en dinámicos 30 minutos lo que antes se veía en unas pocas viñetas. Posteriormente, de 1988 a 1994, se transmitieron siete temporadas de Garfield and Friends, serie en la que cada episodio sería dividido en dos espacios: uno protagonizado por Garfield, y otro por el cerdo Orson y una serie de carismáticos animales que comparten su vida en una granja.

 

 

 

Para 2004, la fama del felino, tan grande como su apetito, lo llevó a estrenar su propia película con actores reales. En su idioma original la voz de Garfield corrió a cargo del genial Bill Murray. Al ver la buena aceptación del público hacia la película, se realizó un segundo filme, aunque no logró el mismo éxito de taquilla.

Con una enorme cantidad de programas especiales para televisión, así como videojuegos, un DVD en tercera dimensión, y la cinta Garfield’s Pet Force (también en 3D), el gato más famoso del mundo también se ha dado el lujo de participar en la iniciativa educacional Professor Garfield (www.professorgarfield.org), donde cuenta con un laboratorio de música y uno de arte, así como enseña a los niños y a sus padres a navegar a salvo por la red, crear libros de tiras cómicas y leer libros infantiles.

Se acaba el espacio y no sabemos qué le depare el futuro a este personaje… pero podemos apostar que tendrá mucho que ver con dormir, comer y no realizar clase de esfuerzo alguno.

 

 

 

Dato Comikaze

+En años recientes el sello kaboom! lanzó un nuevo cómic de Garfield, dibujado por el mexicano Antonio Alfaro.

+Cuando el periódico Chicago Sun- Times cesó la publicación de Garfield, mil 300 lectores saturaron las líneas de la redacción pidiendo su regreso.

+Cada uno de los 242 episodios de Garfield and Friends fue coescrito por el escritor de cómics Mark Evanier (Groo The Wanderer), quien también fungió como director de doblaje.

+Garfield tiene más de 16 millones de seguidores en Facebook.

 

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Author: Eduardo Arredondo

De carácter complejo, pero bueno en el fondo, es lector de “cuentitos” desde antes de aprender a leer, un eterno enamorado del noveno arte en todas sus formas, así como un incansable promotor del mismo. Ha dado charlas sobre juguetes, coleccionables y cómics en escuelas, convenciones y alguno que otro evento. Confía más en los perros que en las personas.

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