La Historiética: El legado de Modesto Vázquez

Por Everardo Ferrer

Publicado por Promotora K en 1981, La Historiética es un libro que Modesto Vázquez González compartió con el pueblo mexicano como agradecimiento por la acogida que le dio a él y a su trabajo tras su autoexilio de Cuba, su tierra natal, bienvenida que le permitió crecer tanto en lo personal como en lo laboral, y convertirse junto con Rafael Cutberto Navarro en el artífice de la que ha sido, sin duda, la revista de historietas más leída y conocida de México, estelarizada por Kalimán, El Hombre Increíble.

En el prefacio de este libro, con un lenguaje digno de un catedrático, el autor impugnó a las altas esferas intelectuales que consideran a la historieta como un medio enajenante y de poca valía, y ofreció argumentos válidos y sustentables contra esa idea, subrayando que aunque el principal objetivo del medio es el entretenimiento, también puede ser utilizado para otros fines, como el educativo. También señaló de forma acertada que la historieta puede llevar al lector habitual de cómics a la literatura pura, lo cual es una verdad innegable.

La Historiética es un volumen de más de 600 páginas, divididas en diez bloques, y está dirigido a un público interesado ya sea en publicar o en saber sobre la realización de una revista de historietas. Podemos decir que es un manual que devela todos los secretos que hicieron de Promotora K y RaCaNa, dos de las editoriales más exitosas de historietas en México.

Los primeros tres bloques del libro se basan en el fin y la moral, así como en las cuestiones legales (derechos de autor, leyes y reglamentos para autores y editores), mientras que a partir del cuarto bloque muestra todo lo relacionado con la realización de la historieta, cubriendo la parte argumental, el manejo de las secuencias, la adaptación al lenguaje gráfico, el dibujo, la portadas, el estudio de personajes y un amplio etcétera, todo con ejemplos claros de publicaciones impresas.

Por supuesto, no puede faltar un texto dedicado al código de ética de los creadores de historietas, pues se trata de la idea primordial que el autor buscaba compartir en este texto y a la cual hizo referencia incluso con el título del tomo.

Debido a su carácter académico, La Historiética fue enviada a las diferentes bibliotecas del país, y los ejemplares que llegaron a ponerse a la venta, se ofrecieron al costo de la producción. De hecho, en las páginas del tomo, el autor indicó que quien así lo deseara, podía reproducir el libro con toda libertad, siempre y cuando se hiciera sin presentar cortes ni modificaciones, y sin perseguir fines de lucro.

En un país en el que el combate a la pobreza y la promoción de la cultura y la educación se encuentran al final de la lista de prioridades, resulta triste que esta muestra de desprendimiento por parte del autor no haya encontrado eco en ninguna instancia cultural.