Comiclásicos: Batman & Dracula-Red Rain, un murciélago bajo la lluvia roja

Por José Antonio Ritocaster Arzate

Por sus costumbres nocturnas, siempre se ha asociado a los murciélagos con el terror pues se les presenta como criaturas inmundas y malévolas que aparecen alrededor de lo maligno, lo oscuro y lo aciago. Presencia permanente en los camposantos de la ficción, el murciélago vampiro tiene un lugar entre los famosos monstruos del cine junto a Drácula, ese chupasangre que en sus múltiples facetas y caracterizaciones nos ha cautivado con su oscuro encanto.

Si recordamos esas historias, estoy seguro que en más de una vimos cómo Drácula, al verse amenazado o percatarse de que se le acababa la noche y debía volver a su sarcófago, se transformaba en un quiróptero hematófago y salía volando con la cola entre las alas.

En la línea Elseworlds de DC Comics, cualquier cosa puede pasar, en cualquier época y con cualquier personaje. Y en Batman & Dracula: Red Rain nos encontramos con una Ciudad Gótica donde la oscuridad de los callejones se mezcla con la realidad de una ciudad sangrante, donde la muerte y el peligro están al acecho. Algo o alguien está descuartizando indigentes y prostitutas con saña y precisión dignas de un monstruo, y el héroe enmascarado ha fallado en su cruzada por detener las pérdidas humanas, que se suman día a día.

La presión de no dar con el asesino ha provocado que Bruce Wayne empiece a tener sueños extraños en los que una mujer insiste en que todo es real. Además, ha empezado a sufrir cambios en su cuerpo. Su fuerza ha aumentado y algo crece en su espalda. Su encuentro con el Señor de las Tinieblas lo llevará a liderar a un grupo de hombres vampiros que sobrevivieron a la alquimia de la sangre para vencer, en las entrañas de la ciudad, a este asesino misterioso.

Publicada en 1991 por DC Comics y aparecida en México hasta 1997, Batman & Dracula: Red Rain es una obra clásica del sello Elseworlds que nos presenta a un Hombre Murciélago de torso larguísimo y con una musculatura delgada, portador de una capa tan larga que parece crecer al ritmo de la acción. Kelley Jones es el artista que da vida a este murciélago afilado que flota majestuosamente, con una cabeza coronada por enormes y puntiagudas orejas que le dan un aspecto vampírico.

Aunque en partes el guion de Doug Moench se siente forzado, la trama mezcla historias y referencias clásicas del mito de los vampiros con la sordidez de una ciudad ennegrecida por la maldad. ¿Será que Batman siempre ha sido un vampiro disfrazado de murciélago? Si así fuera, ¿Sería un digno oponente del más grande los monstruos de la ficción? Averígualo antes del amanecer para que no tengas que salir volando.