Por Jorge Tovalín
Editado a inicios de 2007 por DC Comics, este one-shot escrito por Jeph Loeb y dibujado por Darwyn Cooke presentó el primer y único encuentro entre Batman y The Spirit. Lanzado a la venta un mes antes de que el mismo sello publicara el primer número de la nueva serie regular del personaje creado por Will Eisner, este crossover podría parecer una mera estrategia publicitaria, y tal vez lo haya sido, pero eso no le resta méritos, tanto así que ganó el premio Eisner al mejor número individual de ese año.
¿De qué va?
Bajo el título Crime Convention, la historia es narrada en forma de flashback por los comisionados Dolan y Gordon, quienes recuerdan la ocasión en que ambos acudieron a un congreso para policías en Hawaii. En dicho escenario se reunieron los más destacados miembros policíacos, por lo que Joker y The Octopus, junto con buena parte de la galería de villanos de Batman y The Spirit, unieron fuerzas para sabotear la convención y eliminar a sus persecutores, de forma que los dos justicieros, con ayuda de Robin, también hicieron equipo para evitarlo.
¿Vale la pena?
El nombre de Darwyn Cooke en portada ya hace que esta lectura tenga una garantía de calidad, pues el apreciado artista, quien falleció en 2016, utilizó todos sus recursos para presentar una historia dinámica y divertida, que a la vez rindiera homenaje a los universos de cada personaje titular (mención especial merece la escena introductoria de The Spirit, en la que Cooke hizo un tributo a Eisner y su peculiar forma de fusionar el nombre del héroe del antifaz con la escenografía).
El guion de Jeph Loeb es inocente, sin grandes vueltas de tuerca o sorpresas, pero es muy disfrutable, pese a que ciertamente este crossover pudo ser mucho más oscuro. Lo anterior, aunado al hermoso trabajo de Dave Stewart en el color digital (quien también ganó un Eisner por esta obra) hacen de la aventura un producto redondo.
A diferencia de otros crossovers, en esta mezcla no existe mayor tensión entre los protagonistas, quienes colaboran sin mayor dificultad casi desde el inicio, por lo que el team-up salta directo a la acción (si acaso, The Spirit se muestra escéptico sobre Batman, a quien considera una leyenda urbana inventada por la policía). Por su parte, Poison Ivy y la femme fatale P’Gell juegan un papel importante, al utilizar sus encantos femeninos para engatusar y dejar fuera del juego a Dolan y Gordon, respectivamente.
Al releer esta aventura y tomar en cuenta la trayectoria de Loeb y Cooke en series de televisión, uno no puede evitar imaginarla como una película animada, aunque eso parezca inviable de momento, debido a la mediana popularidad de The Spirit. Pero dada la habitual calidad de los productos animados de DC Comics, seguro sería un éxito que podría colocar a este personaje en el interés del gran público.
Calificación: ⭐️⭐️⭐️⭐️1/2
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