Daytripper: a 10 años de un cómic inolvidable

Por Miguel Cueto

A diez años de su publicación bajo el hoy extinto sello Vertigo, y ganadora del premio Eisner en la categoría Mejor Serie Limitada en 2011, Daytripper se mantiene como una de esas obras por las que el tiempo se niega a transcurrir. Emotiva, cautivadora y llena de nostalgia, esta historia es capaz de transportar al lector a lo más profundo de su memoria para revivir aquellos momentos que marcaron su vida.

Los gemelos brasileños Fabio Moon y Gabriel Bá son los responsables de darle sentido y dotar de una belleza extraordinaria, casi mágica, a lo más cotidiano que pudiera acontecer en el día a día de Bras de Oliva Domingos, un escritor que a sus 32 años se gana la vida, irónicamente, con la muerte, pues redacta obituarios para un periódico de Brasil. Sin embargo, y a pesar de ser muy bueno en lo que hace, Bras anhela convertirse en un autor de renombre, para dejar de vivir bajo la sombra de su padre, el aclamado escritor Benedito de Oliva Domingos. Desafortunadamente para Bras, y por azares del destino, su vida terminará antes de conseguirlo.

Bajo esta premisa comienza un viaje épico junto con el protagonista, por aquellos días que, de alguna u otra forma, marcaron su vida… y su muerte, en caso de que esta le hubiera llegado a distintas edades. ¿Confuso? ¿Complejo? Pudiera parecer así, pero conforme la trama va desarrollándose, el lector descubrirá el hilo que conecta cada una de las partes de tan bella y reflexiva historia, en la que seremos testigos de los sueños, anhelos, miedos y frustraciones de Bras, y de la relación con su madre, su padre, su mejor amigo y el amor de su vida.

¿Es la muerte lo que da sentido a la vida? Inesperada y abrupta, lo que pudiera parecer una historia trágica o depresiva, es en realidad una celebración llena de optimismo, que contagia el entusiasmo por vivir plenamente.

El arte de Moon y Bá, acompañado de los colores de Dave Stewart, complementan magistralmente esta obra, creando un mundo por demás realista y hermoso que logra transmitir tanto a través de una simple mirada, de un cálido atardecer, de la sombra de un árbol en medio del campo o del suave vuelo de una cometa. Todo está ahí por una razón y es imposible no dejarse llevar por ello.

Daytripper posiblemente sea una de las novelas gráficas más bellas y profundas con las que he tenido la fortuna de toparme. Es una historia que se quedará para siempre en la vida del lector y que querrá revisitar con el paso del tiempo, incluso pudiendo tomar un significado diferente dependiendo de la edad y momento por el que esté pasando. Así de íntima y majestuosa es.

En frases contenidas dentro de la obra, Daytripper es como un atardecer demasiado grandioso para tomarle una fotografía, es darse cuenta de que nadie escoge a su familia, o que si viajas demasiado rápido lo único que verás será una mancha borrosa y jamás conocerás a alguien interesante.

Imprescindible y escrita con el alma, es una historia para compartir que va directo al corazón de todo aquel que decida aventurarse en lo maravilloso de sus páginas.

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