Wonder Woman: Los superhéroes como mitología contemporánea

Por Alberto Calvo. Publicado originalmente en Comikaze #32 (noviembre de 2016).

 

Un aspecto interesante del género de superhéroes es la posibilidad de interpretarlo como una especie de mitología moderna, que proporciona lecciones de ética y moral a través de historias llenas de aventura y drama, tal como muchos de los mitos greco-romanos. Por eso no sorprende que muchos de estos personajes tengan una estrecha relación con la mitología clásica, y tal vez ninguno tanto como Wonder Woman.

Creada por William Moulton Marston, Elizabeth Holloway y H.G. Peter, el personaje tuvo un origen basado en la mitología griega, y pese a sufrir cambios a lo largo de los años, esa base mitológica, lejos de desaparecer, se ha hecho más fuerte. En Introducing Wonder Woman, historia publicada en las páginas de All Star Comics #8 en octubre de 1941, vemos que Hipólita, reina de las amazonas de Isla Paraíso, hizo una escultura de barro, la cual fue dotada de vida y poderes por los dioses griegos. Esa joven princesa fue bautizada como Diana, y creció para convertirse en la mujer conocida en el mundo de los hombres como Wonder Woman.

Este origen permitió a Marston justificar elementos de la historia, como la sociedad feminista en que Diana fue criada, pero más allá de mencionar a algunas deidades o referirse a ciertos artefactos como regalos de los dioses, nunca hizo mayor énfasis en explorar la mitología helénica. Estaba más interesado en establecer al personaje como modelo aspiracional para las mujeres de la época, algo de especial relevancia en una sociedad en que se convirtieron en parte esencial de la fuerza de trabajo a partir de la Segunda Guerra Mundial.

 

Fue hasta la Edad de Plata, cuando se revisaron los orígenes de muchos personajes de DC, que se incrementó el uso de la mitología clásica en Wonder Woman. Robert Kanigher fue el responsable de modernizar su origen en 1959, y en su versión Diana recibió vida y dones de cuatro dioses específicos, quienes  decretaron que crecería para ser tan hermosa como Afrodita, sabia como Atenea, fuerte como Hércules, y más veloz que Hermes.

La segunda gran evolución del personaje se dio tras Crisis on Infinite Earths, cuando George Pérez, con ayuda de Len Wein y Greg Potter, reescribió su origen e incorporó más deidades y conceptos de la mitología griega, integrándolos a lo que ya conocíamos.

En esta nueva versión, que debutó en Wonder Woman #1 (volumen 2), en diciembre de 1986, Isla Paraíso tomó el nombre de Temiscira, en alusión a la semilegendaria ciudad turca que fue hogar de las amazonas de leyenda, y otros dioses también otorgaron dones a Diana. Deméter, diosa de la agricultura, le dio la capacidad de absorber fuerza de Gaia, el espíritu de la Tierra, además de poder sanar rápidamente siempre que se mantuviese en contacto con el planeta. Artemisa, diosa de la cacería, le dio la Visión del Cazador, que se traduce en sentidos aumentados, como superoído y visión telescópica. Hestia, diosa del hogar, le otorgó hermandad con el fuego, lo que le permite controlar, a través de su lazo dorado, el Fuego de la Verdad.

Esto fue en adición a los dones de los dioses que la bendijeron en la Edad de Plata, los cuales fueron ligeramente alterados. Aquí Atenea le concedió inteligencia, sabiduría, y habilidad estratégica, lo que se combinó para darle conocimientos de ciencia, tecnología y múltiples idiomas, además de técnicas de combate armado y desarmado. Hermes le dio velocidad superhumana y la capacidad de volar, y Afrodita gran belleza y un buen corazón.

 

A lo largo de los años la mitología del personaje sufrió cambios, pues distintos autores eliminaban elementos o introducían otros, pero nada demasiado drástico o que durase más de un par de años. En 2011, para The New 52, el relanzamiento de DC Comics, se encomendó a Brian Azzarello la misión de actualizar a Wonder Woman y convertirla en un personaje atractivo para una nueva generación de lectores. El escritor alteró su origen, lo que alienó a algunos de los lectores más viejos y rodeó de polémica a esta nueva versión.

En esta encarnación, ilustrada por Cliff Chiang, descubrimos que la historia de la figura de barro animada por los dioses fue una mentira de la Reina Hipólita para  ocultar una aventura con Zeus, el padre de los dioses. Diana era una semidiosa, hija natural de Zeus e Hipólita, producto de un romance clandestino, cuya revelación causó un distanciamiento entre Diana y su madre.

La principal diferencia entre el enfoque de Azzarello y los de sus predecesores fue que, en vez de limitarse a hacer referencias a los mitos conocidos, tomó sus elementos característicos y los adaptó a un entorno contemporáneo. Convertir a Wonder Woman en hija bastarda de Zeus le permitió explorar con una sensibilidad actual el concepto de los semidioses, además de que integró a varios dioses como personajes de soporte, pero no como seres superpoderosos, sino como una especie de símbolos con conciencia.

 

Así, lejos de ser un arrogante inmortal que va por la vida presentándose como el dios de la guerra, Ares es llamado simplemente Guerra, pues es la personificación del concepto. Y lo mismo aplica al resto de los dioses, lo que añade un interesante elemento metatextual a la historia. Este cambio de enfoque también se reflejó en la apariencia de los dioses. En vez de humanos idealizados, ahora lucían como aquello que representan. Por ejemplo, Ares es un hombre de apariencia dura, pero cansado y melancólico, y Poseidón un imponente monstruo marino, por poner un par de ejemplos.

Otros de los grandes atractivos de la mitología grecorromana son el drama y las intrigas, y Azzarello y Chiang no los omitieron. Zeus desapareció y dejó un vacío de poder en el Olimpo, provocando un enfrentamiento entre sus hermanos, Hades (El Infierno) y Poseidón (El Mar), y su esposa, Hera. Esta última, como diosa del matrimonio, no soporta las infidelidades de su marido, y vive obsesionada con exterminar a todos los bastardos que ha engendrado, así como a sus madres, lo que la convirtió en una antagonista inmediata para Diana. Lamentablemente el trabajo de Azzarello se diluyó cuando dejó la serie luego de tres años a su cargo.

 

En 2016, justo a tiempo para celebrar el 75 aniversario del personaje, Greg Rucka se encargó de las aventuras del personaje a partir de DC Rebirth, decidido a rescatar la esencia del personaje de la mejor manera posible, al integrar todo lo que ha venido antes.

No en vano la mitología ha sobrevivido de una u otra forma a lo largo de los siglos, pues su esencia es un reflejo de la condición humana, y debemos agradecer que los superhéroes, como Wonder Woman, sirvan como vehículo para preservar estas historias.

 

Datos Comikaze

+La frecuente mezcla de los nombres griegos y romanos de los dioses provocó que desde hace décadas no se ubique su origen, llamándolos simplemente dioses del Olimpo.

+De forma temporal Diana ha sido una diosa, primero de la verdad, y posteriormente de la guerra.

 

 

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Author: Alberto Calvo

Alberto Calvo es escritor, traductor, editor y podcastero con casi 40 años leyendo cómics. Siempre ha sentido curiosidad sobre dónde y cómo se crean los cómics, pero para él lo más importante son las historias. Traduce cómics para Panini Comics México, tuitea como @albion2112, y puedes escucharlo cada semana en comicverso.org o leerlo de forma habitual en hogueradelasnecedades.blogspot.com

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