Kirby: rey de todos los géneros

Por Alberto Calvo. Publicado en Comikaze #23 (mayo de 2014)

Al mencionar a Jack Kirby lo primero que viene a la mente son imágenes de los Fantastic Four, Thor, Hulk, o Captain America, pero pocos saben que para cuando el talentoso artista ayudó a crear el Universo Marvel a principios de los 60, tenía casi veinticinco años trabajando en la incipiente industria estadounidense del cómic.

Kirby era hijo de un matrimonio de inmigrantes austriacos y su verdadero nombre era Jacob Kurtzberg. Nació en Manhattan, Nueva York, y desde muy joven se sintió atraído por el arte y el dibujo. Aunque nunca tuvo entrenamiento formal, en la adolescencia atendió al Pratt Institute de Brooklyn durante una semana, antes de convencerse que esa institución no era para él.

En 1936 empezó a dibujar tiras y caricaturas editoriales para el Lincoln Newspaper Syndicate, donde trabajó durante tres años. Tuvo también un breve paso por el popular estudio de animación Fleischer, donde dibujaba las imágenes intermedias de la animación principal de Popeye, pero la monotonía y lo repetitivo del trabajo lo hartaron rápidamente.

 

El joven artista decidió probar suerte en la naciente industria del cómic, y pronto se convirtió en escritor y dibujante para Eisner & Iger, una de las primeras empresas dedicadas a producir cómics bajo pedido para distintas casas editoriales. Sus primeros trabajos aparecieron publicados en las páginas de Wild Boy Magazine, donde realizó historias como The Diary of Dr. Hayward (ciencia ficción), Wilton of the West (western), The Count of Monte Cristo (aventuras), Abdul Jones (humor), Lone Rider (western), y Socko the Seadog (humor), mostrando su versatilidad para adaptarse a cualquier género.

En 1940 Kirby llegó a Fox Feature Syndicate, compañía maquiladora de tiras y cómics, y tuvo su primer acercamiento a los superhéroes al encargarse de ilustrar la tira cómica Blue Beetle. Ahí conoció a Joe Simon, artista y editor, y pronto se hicieron amigos y colaboradores. Simon consiguió trabajo para ambos en Timely Comics, predecesora de Marvel, donde además de empleos asalariados, Simon como editor y Kirby como director artístico, habrían de recibir 25 por ciento de las ganancias generadas por su primera creación para la compañía, Captain America.

 

Convencidos de que Timely los estaba estafando al no reportar las cifras reales de ventas, Simon buscó un trato con la National Allied Publications, empresa que más adelante se convertiría en DC Comics. Al principio trataron de que ese trato fuera en secreto y por algunos meses trabajaron de forma paralela para ambas compañías, pero cuando Martin Goodman se enteró los echó de Timely luego de apenas diez números de Captain America Comics.

Para la National se encargaron, entre otras cosas, de revitalizar el concepto de Sandman, crearon la primera versión de Manhunter, y lanzaron dos exitosas series juveniles, The Boy Commandos, y The Newsboys Legion. En 1943 fueron reclutados para servir en la Segunda Guerra Mundial, y aunque su carrera se vio interrumpida por un par de años, habían preparado más de un año de material para ser publicado en su ausencia.

Kirby sirvió en Europa como scout de avanzada, a menudo realizando mapas y bocetos de las aldeas y villas para facilitar las operaciones de su batallón. Después de la guerra, él y Simon trabajaron para Harvey Comics, donde realizaron títulos juveniles de diversos géneros, incluyendo western y aventuras, además de hacer trabajos independientes para otras editoriales, con historias policíacas y de crimen.

 

Inspirados por el éxito de revistas de prosa de confesiones amorosas, Simon y Kirby hicieron un número de prueba de una serie llamada Young Romance, y la ofrecieron a Crestwood Publishing, acordando no cobrar nada por adelantado, pero quedándose con el 50% de las ganancias generadas por la revista. Ésta fue un éxito, triplicando su tiraje original para cuando llegaron al tercer número, y pasó de bimestral a mensual en poco tiempo. Una segunda serie, Young Love, tuvo un éxito similar, así que se lanzó un tercer título, Young Brides in Love. Pese a las muchas imitaciones en el mercado, el éxito de Simon y Kirby fue tal (vendían más de un millón de copias al mes de cada una), que ambos compraron casas en un agradable barrio de Long Island, Nueva York.

Cuando Atlas Comics, sucesora de Timely, publicó una nueva serie de Captain America, el dúo creó al Fighting American a manera de competencia, pero en el segundo número lo convirtieron en una sátira del género de superhéroes. En 1954 los dos artistas crearon su propia compañía, Mainline Publications, con cuatro títulos regulares que cubrían los géneros más populares de la época: western, romance, crimen, y guerra, y publicaron por su cuenta durante casi dos años.  Poco después disolvieron su sociedad, pues Simon deseaba trabajar fuera de los cómics.

Pese a sus diferencias anteriores, Kirby volvió a trabajar para Atlas, y realizó una veintena de historias de varios géneros entre 1956 y 57. Problemas de distribución ocasionaron la cancelación de muchas series, por lo que el artista buscó refugio en DC, donde cocreó Challengers of the Unknown y contribuyó con historias para diversas antologías, ayudando a redefinir a Green Arrow, que hasta entonces era una burda imitación de Batman. En esa misma época Kirby lanzó Sky Masters of the Space Force, tira cómica de ciencia ficción donde era entintado por el también legendario Wally Wood.

 

Molesto con las prácticas editoriales de DC, Kirby regresó a Atlas en 1958 y trabajó en historias de toda clase de géneros. Sus historias más memorables de la época son las de monstruos, publicadas en antologías como Amazing Adventures, Strange Tales, Tales to Astonish, Tales of Suspense, o World of Fantasy, en las cuales mezclaba elementos de ciencia ficción, fantasía y temas sobrenaturales para crear algo nunca antes visto. También fue en ese entonces que ayudó a desarrollar la línea de superhéroes de Archie Comics, donde volvió a colaborar con Joe Simon, y además se dio tiempo para ilustrar algunos números de Classics Illustrated.

A pesar de su impresionante volumen de trabajo en esas primeras dos décadas de carrera, sería en los años siguientes que Kirby escribiría de forma definitiva su nombre en la historia, convirtiéndose en uno de los arquitectos de la cultura popular del siglo XX. Pero esa maravillosa historia, de sobra conocida, es tema aparte.

 

 

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Author: Alberto Calvo

Alberto Calvo es escritor, traductor, editor y podcastero con casi 40 años leyendo cómics. Siempre ha sentido curiosidad sobre dónde y cómo se crean los cómics, pero para él lo más importante son las historias. Traduce cómics para Panini Comics México, tuitea como @albion2112, y puedes escucharlo cada semana en comicverso.org o leerlo de forma habitual en hogueradelasnecedades.blogspot.com

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