La Comicteca – Batman: Creature of the Night

Por Alberto Calvo

Bruce Wainwright es un niño obsesionado con Batman. Adora todo lo que tenga que ver con el hombre murciélago y lee cuanto cómic del vigilante de Ciudad Gótica puede conseguir. Pero su obsesión toma un giro inesperado luego de que sus padres son violentamente asesinados, alterando su vida de forma definitiva.

 

 

Batman: Creature of the Night (2017) está escrita por Kurt Busiek y cuenta con arte y color de John Paul Leon. El guionista suele referirse a esta miniserie como un complemento espiritual a Superman: Secret Identity, historia realizada hace más de quince años al lado de Stuart Immonen que cuenta la historia de un Clark Kent que, en un mundo muy similar al nuestro, es víctima de burlas por compartir nombre con un personaje de historietas, y cuya vida se transforma una vez que empieza a manifestar habilidades sobrehumanas.

Que sean historias complementarias (al menos en espíritu) no significa que compartan argumento, así que no esperen que al quedar huérfano el pequeño Wainwright herede varios millones o se obsesione por entrenar a tope su cuerpo y mente para convertirse en el vigilante nocturno y protector de las calles de ¿Boston? En efecto, al igual que la serie antes mencionada, Creature of the Night está ambientada en un mundo muy similar al nuestro, y en este caso las acciones comienzan en 1968 en Boston, Massachusetts.

 

A pesar de contar con un tutor legal, un tío que lo estima mucho pero no parece interesado en llevarlo a vivir consigo, al salir del hospital el joven Bruce es enviado a un internado, donde la soledad lo lleva a abrazar la oscuridad en su interior. Sus padres le dejaron suficiente dinero como para que no pase apuros, y la habilidad de su tío para manejar inversiones le garantiza tener un futuro cómodo. Pero lo más importante que le dejó la muerte de sus padres, fue un severo trauma que será muy difícil superar.

Tras el trágico incidente empiezan a circular rumores sobre una siniestra criatura que ataca a criminales por todo Boston. A diferencia del justiciero encapotado cuyas aventuras reconfortaban al pequeño Bruce, esta violenta criatura es cruel e implacable, una representación del deseo de venganza de Bruce. Esta serie dista mucho de ser una historia de superhéroes y por momentos funciona más como un thriller de terror psicológico al explorar las ramificaciones y consecuencias de que Bruce haya presenciado la muerte de sus padres.

Bruce es una persona triste y solitaria, y John Paul Leon hace un gran trabajo al retratar esa condición. El uso de sombras en su arte encapsula a la perfección la forma en que la oscuridad interior de Bruce se ve ahora proyectada al mundo exterior y parece envolver todo su mundo. Además, el sutil uso de expresiones faciales nos hace visualizar a la perfección el estado de miedo y ansiedad constantes en que vive el protagonista.

El diseño de la criatura es perfecto, y sorprende que encaje tan bien en el mundo de apariencia realista que Leon crea a lo largo de la serie. La atmósfera resulta más que adecuada para la historia, y se ve reforzada por un eficiente uso del color, que fue realizado por el mismo artista, quien usó una paleta de tonos apagados que dejan claro que el mundo de Bruce carece por completo de alegría, incluso en los escasos momentos en que permite que un poco de luz entre en su vida.

 

Mención aparte merece el trabajo de rotulado del legendario Todd Klein, quien da personalidad propia a cada personaje al usar distintas fuentes para los monólogos internos de cada uno de ellos cuando les toca servir como el narrador de los capítulos de la serie, y se las arregla incluso para que las que usa con Bruce reflejen las diferencias entre la persona que es a distintas edades y en determinados momentos de su vida.

Más allá de los méritos de historia y arte, lo que más impacto me causó fue la forma en que nos hace reflexionar acerca de Bruce Wayne, un hombre que pasó por una experiencia traumática a corta edad y se entrenó física y mentalmente para convertirse en algo más. ¿Cómo es que el mundo (en especial otros héroes, Superman incluido) confía en el juicio de una persona con claro daño psicológico? ¿Cómo permiten que opere sin supervisión alguna?

Batman: Creature of the Night se siente como una advertencia de los peligros que implica el permitir que un trauma del pasado defina una vida entera, y también sobre los riesgos de buscar refugio en la oscuridad que nos acecha en vez de hacer todo lo posible por regresar a la luz. Explora también temas como el miedo y la obsesión y la forma en que pueden ser una fuerte motivación, pero también una destructiva fuerza.

 

Traumas, miedo y obsesión son temas esenciales en casi cualquier interpretación conocida de Batman, y son el motor principal tras esta historia. Aún cuando los trastornos mentales son centrales a la trama, no se profundiza en ellos, lo que impide que la lectura se vuelva demasiado cerebral, pero a la vez limita los alcances de la exploración del personaje y la forma en que es definido por sus circunstancias.

En resumen, Batman: Creature of the Night es el complemento perfecto para Superman: Secret Identity, porque si bien la idea de que exista un Superman en el mundo real resulta optimista y esperanzadora, interpretar del mismo modo a Batman debe ser problemático y causarnos conflictos. Después de todo, pocas cosas podrían ser más perturbadoras que la existencia de un Batman en el mundo real.

Author: Alberto Calvo

Alberto Calvo es escritor, traductor, editor y podcastero con casi 40 años leyendo cómics. Siempre ha sentido curiosidad sobre dónde y cómo se crean los cómics, pero para él lo más importante son las historias. Traduce cómics para Panini Comics México, tuitea como @albion2112, y puedes escucharlo cada semana en comicverso.org o leerlo de forma habitual en hogueradelasnecedades.blogspot.com

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